En la Edad Media, hombres y mujeres usaban zapatos de cuero muy semejantes a las zapatillas.
El calzado era de piel, y reforzaban la suela con cuero cosido.
En ocasiones, los caballeros remachaban sus botas de montar con clavos, para tener mayor adherencia en el suelo durante las luchas.
Polainas |
La moda masculina fue determinando que la punta de los zapatos se fuera estilizando y alargando cada vez más; algunos llegaron a tener puntas de 18 pulgadas, que entonces se doblaban hacia arriba y se amarraban al tobillo.
Los campesinos utilizaban sandalias tejidas con fibras naturales. En ocasiones, en las mismas calzas (ropa interior) se cosían unas plantillas de cuero endurecido.
Las puntas de los zapatos eran muy puntiagudas, y ya se aprecia la moda y estilo del calzado en este siglo, con varios modelos diferentes de zapato, botines, sandalias.
Las mujeres se ponen medias de seda o lana.
Hacia mediados del siglo XI Europa se encontraba en un periodo de evolución desconocido hasta ese momento.
Hacia el año 1000 tiene lugar un renacimiento del calzado, que con el ascenso de la burguesía se torna más refinado.
Hacia mediados del siglo XI Europa se encontraba en un periodo de evolución desconocido hasta ese momento.
Hacia el año 1000 tiene lugar un renacimiento del calzado, que con el ascenso de la burguesía se torna más refinado.
Bota Medieval |
El artesano zapatero logra una alta consideración social en la última etapa de la Edad Media, siendo también un elemento dinamizador de la economía. Sus productos, sin embargo, podían ser bastante incómodos y extraños.
El zapato puntiagudo, empeine sujeto con hebillas y cordones, fue el zapato característico del último tercio de la edad media.
A principios del siglo XIII, el calzado masculino adopta tres formas principales: botas de cuero que llegan hasta la rodilla, los típicos zapatos a la altura del tobillo, y la todavía inusual, pero práctica, innovación de combinar las calzas con una suela de cuero, haciendo innecesarios los zapatos.
Zapatos Puntiagudos |
Las punteras largas y puntiagudas son características.
Los colores más populares son el tostado, el canela, el púrpura, el amarillo, el rojo, el negro y el verde.
El rey de Francia Carlos V, en 1364, prohibió que se hiciera este tipo de calzado, pues habían llegado a la exageración.
Diferentes Tamaños de Puntas |
Felipe el Hermoso en Francia y Eduardo III de Inglaterra decidieron, a principios del siglo XIV establecer varias medidas sobre la punta de las polainas para distinguir las jerarquías sociales: a las de un príncipe correspondían puntas de más de dos pies de largo; a las de un barón, de dos pies; a las de un caballero, de pie y medio, y a las de la gente del pueblo de medio pie solamente.
En el siglo XIV, el Rey Eduardo III se vio obligado a emitir un decreto en el que se limitó la longitud de las puntas a tan solo 5 cm. porque las descomunales puntas de los zapatos ingleses constituían un verdadero peligro. Para caminar, era necesario amarrar las puntas a la cintura con un cordón de seda porque medían hasta 50 cm.
Zapato Pata de Oso |
Carlos VIII tenía los pies tan deformes que no podía usar esas polainas puntiagudas, así que simplemente las prohibió, ordenando el uso de zapatos anchos, cuadrados o redondeados.
Aparecieron entonces unos zapatos semejantes a las zapatillas actuales de ballet, cuya punta poco a poco fue haciéndose más ancha y cuadrada, generalmente sin taco, con cordones o correas. A esos zapatos anchos se los llamó pata de oso y tenían suela de cuero y empeine de terciopelo.
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