No es posible determinar cuál fue el primer zapato en la historia de la humanidad, pero existen indicios de que las primeras sandalias se fabricaron de piel de cerdo sin curtir y que los campesinos de diversas regiones del mundo elaboraron zapatos tejidos de diferente materiales.
Las principales culturas de las cuales tenemos datos sobre el primer calzado son:
- Egipto
- Grecia
- Fenicios
- Roma
Desde Afganistán a Namibia, pasando por la isla de Java, Bolivia o Canadá se han hallado infinidad de piezas que permiten imaginar cómo fue evolucionando el zapato desde los primeros tiempos de la humanidad.
Pinturas rupestres y utensilios de piedra hallados en cuevas España y Francia que corresponden al periodo paleolítico, evidencian que el hombre de esa época ya utilizaba calzado y practicaba el arte de curtir el cuero.
En Oregón, Estados Unidos, se encontraron sandalias hechas de corteza vegetal correspondientes al período comprendido entre 9.000 a 7.000 a .C. y en Missouri hallaron 16 pares de sandalias y mocasines de fibra trenzada. En Israel, cerca de Jericó, en la llamada "Caverna del guerrero", se descubrió la tumba de un hombre que vivió 4 mil años AC y, con él, sandalias de cuero.
También en las cámaras subterráneas que los egipcios utilizaban para entierros múltiples, de 6 a 7 mil años de antigüedad, se descubrieron imágenes representando distintas etapas de la preparación del cuero y el calzado.
De acuerdo a la temperatura y a los riesgos de su entorno, el hombre prehistórico ideó un método para preservar sus pies de frío, calor, piedras, espinas, mordeduras de animales etc. Así es como nace la primera versión de la sandalia de paja trenzada en civilizaciones de clima calido y se crean las abrigadas botas de piel animal en continentes de bajas temperaturas.
En un principio, el calzado era muy sencillo, apenas una suela atada al pie o al tobillo. Las sandalias fueron el primer calzado producido manualmente por el hombre, las principales culturas en utilizar este tipo de calzado son: egipcios, asirios, persas, fenicios usaban sandalias con suelas de hoja vegetal sostenidas por tiras. Las antiguas ojotas vieron la luz en Oriente y también las usaron los pueblos precolombinos en América. Era común caminar descalzo y llevar las sandalias colgadas utilizándolas sólo cuando fuera necesario.
En lo que se refiere al calzado cerrado, se han hallado mocasines de 3600 años en Babilonia. Las botas, en cambio cuyo nombre proviene del francés "botte", y éste del gótico "bauths", que significa romo o rudo inicialmente, designaba a un tipo de calzado amplio, forrado de piel para proteger los pies del frío, pero con el tiempo se extendió su uso a personas de alto nivel social, para denotar su importancia. Las primeras botas de la historia fueron usadas por los soldados sirios, y eran una especie de botas altas semejantes a las polainas. Las piezas más antiguas que se conocen proceden de Mesopotamia en el Oriente Medio, y según se cree en esa época eran usadas tanto por hombres como por mujeres, ya registraban multiplicidad de adornos, demostrando que la bota siempre tuvo fines utilitarios y suntuarios en ambos sexos y un lugar preponderante dentro de las diferentes celebraciones de los rituales religiosos.
En Mesopotamia, eran comunes los zapatos de cuero crudo, sujetos por tiras del mismo material. Los coturnos, caracterizados por una suela de mayor espesor que les daba altura, eran símbolos de alta posición social.
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